miércoles, 15 de julio de 2009

EL POSTMODERNISMO ENFRENTADO A LA REALIDAD SOCIAL


I. Revaloración de los cánones de la Modernidad.

El Postmodernismo revalúa los cánones de la Modernidad, en la medida en que ésta se ha convertido en un fuente agotada de respuestas a las interrogantes de un mundo que cambia y que mira el progreso debajo de la sombra de otro mundo que vive subyugado y sin posibilidades reales de poder acceder a ese progreso por las vías propuestas por la Modernidad.
Más allá de la razón y las connotaciones políticas expuestas para representar un mundo en franco desarrollo, encontramos la decadencia de valores que permean la cosmovisión que se tiene del mundo y, que el postmodernismo impregna como una llamado de atención al surgimiento de nuevas relaciones humanas y sociales de convivencias, basadas en cambios a los cánones de valores existentes en la era moderna, señalado por la corrientes de la modernidad.
La existencia de utopías que servían de aliciente o esperanza sobre una vida mejor, se desvanecen en una realidad que oprime el aliento que nos dirige hacia ese fin último. La realidad se contrasta con ese ideal. El mundo está marcado cada día más, por la desesperanza, no existe un camino por donde se siga que sea seguro, que nos brinde prosperidad a través de la legitimización de sus fines, eso no es garantía. La sociedad cada vez es más riesgosa, no es un lugar seguro donde estar. La seguridad es un eufemismo que se quiere alcanzar a través de la apropiación de recursos que al final no nos garantiza: ni la seguridad: contra la delincuencia y el crimen, contra la escasez de alimentos, contra los desastres naturales, contra el terrorismo, contra el SIDA, etc,.
La Modernidad, estableció un ordenamiento racional que nos permitía creer en que el mundo que se construía en el presente, podía darnos un mundo más humano, menos egoísta y más solidario.
Nos pronosticaba soluciones estructurales a problemas coyunturales, que han persistido en el tiempo y en el espacio y que han evolucionado desde la perspectiva del desarrollo histórico y social.
La historia hoy se convierte en una construcción inoperante de la realidad en la medida en que no permite la construcción de conocimiento nuevo, renovador que permita liberarnos de las cadenas que limitan el desarrollo de nuestras sociedades. Ésta no nos conduce a la realidad, mediatizada por los medios de comunicación.
El Postmodernismo viene a revalorizar los cánones de la modernidad, en procura de superar las contradicciones que ésta presenta a la hora de construir una teoría que en apariencia ofrece un mundo plagado de conflictos.
Esta revalorización nos permite interpretar paradigmas ajustándolo a cambios de mentalidades que vayan construyendo nuevas formas de ver las experiencias de nuestra vida cotidiana como baluarte para esa transformación que anhelamos, de un mundo más humano.
Igualmente se incorporan los sentimientos como una forma de apreciar y valorar aquellos relatos de nuestra vida cotidiana, para construir conocimiento a partir de nuestra individualidad afectiva. Renunciamos a la razón como explicación última del conocimiento, este deja de ser omnicomprensiva y totalizante, para darle un cariz más instrumental y operativo. Podemos usarla, pero desconfiando de ella.

II. El postmodernismo como una corriente de cambio social.

El postmodernismo se inserta en nuestra época, como una corriente que impregna al mundo de las ideas y el arte, en una realidad vista desde la perspectiva de los que en verdad construyen conocimiento: el ser humano.
A lo largo de la historia de la humanidad, hemos visto a los pensadores y a los artistas como seres divinos, capaces de hacer lo que un simple mortal tiene vedado. La razón nos negaba el privilegio de construir teorías a los simples mortales, ya que desde muestras huestes, no somos, ni estamos destinados a jugar ese papel.
Hoy día podemos valorar las experiencias de los habitantes de nuestros pueblos más olvidados del mundo, para construir estilos de vida, formas de relacionarse, valorar comportamientos desde nuestras diferencias: de género, etnia, clase, etc,.
Entender que nuestras concepciones de mundo centrado en interpretaciones androcéntricas, que han impregnado la ideología del mundo, desde siempre, hoy están cuestionadas. El postmodernismo nos plantea ese escenario, verlo desde la perspectiva de nuestra vida doméstica, una vida que no había sido invadida por el hombre. Este se ha ocupado de crear teorías que nos llevaran al progreso de las sociedades, sin que esto fuese algo concreto, o que pudiese lograrse fácilmente.
La realidad se presenta desfigurada siempre, no responde a las interrelaciones oficiosas de un mundo más humano, sino a paradigmas complejos que la modernidad moldeaba y que se nos presenta, hoy día, con escepticismo.
Cuestionar el status quo a partir de contrarrestarlo con nuestras experiencias individuales, que se convierten en lo presentes y, no en pasado de una realidad que nos campea todos los días, es un lugar donde llegar. La meta no es lograr el éxito, ni el progreso, sino llegar a comprender que el mundo se maneja con interrelaciones diversas. No podemos encerrarlo y generalizar, ya que cada vez más se convierte en una aldea global, en la que los medios de comunicación predominan para homogenizar nuestras diferencias culturales y sociales, a pesar de que cada una de esas sociedades, tienen sus propias experiencias.
La realidad es el resultado de la convivencia diaria, no podemos generalizar entorno a una interpretación global, ya que cada una de ellas, tiene una autonomía realizadora.
El postmodernismo se constituye, en una corriente que nos permite considerar diversos elementos de nuestra sociedad que antes no estimabamos:
· El testimonio de nuestra vida cotidiana, debe ser validado para incluirlo en las teorías de corto alcance.
· El testimonio de nuestra vida cotidiana, aunque individualista, debe servirnos para consensuar y hacer propias nuestras experiencias en: la fe, la atención a la diversidad, la visibilización del papel de la mujer en la construcción de una sociedad más justa y equitativa, etc.,
· La Historia desde una perspectiva realista en un contexto social determinado, no en una fragmentación de la realidad ideal que responde a los intereses de clase.

El postmodernismo es ha llevado un cambio social, de mentalidad y del quehacer científico, algunas cosas en el mundo han cambiado a partir de allí, sobre todo en el papel de las mujeres en la construcción de un mundo que complemente su participación conjunto con la del hombre, en una sociedad más justa, que valore a todos sus miembros: niños-as, adultos mayores y discapacitados. La población más vulnerable reclama su espacio en la sociedad, en la medida en que también contribuye a crear un mundo más humano y solidario.


CONSIDERACIONES FINALES.

El postmodernismo cifra su esperanza en una sociedad cambiante, tal vez no tiene un modelo claro como la modernidad, que consideraba que las sociedades debían desencadenar en un progreso inminente. Sin embargo, parte de llegada a distintos hitos, que nos permiten avanzar, uno a la vez.
Creo que ese debe ser el planteamiento que nos obliga a recrear esta corriente como la hibridación de corrientes que propugne por la realización del ser humano por encima de los conflictos de clase.
El mundo requiere de ese cambio al que nos ha llevado el postmodernismo. Si bien es cierto, el individualismo no debe ser el ideal de nuestras realizaciones, sin embargo, nos sirve como base metodológica de análisis para conducir los cambios. No debe ser la meta, la autorrealización individual debe servir para equiparar nuestras diferencias, no para crear zanjas que no dividan.
El mundo debe integrarse para ver los cambios que permean sus vidas, no podemos hablar de éstos cuando no le llegan a las personas, que son reales no ficticias. El mundo de las imágenes, construye héroes superdotados, que destruyen y componen el mundo, en un instante; la realidad es otra.
La era de ejecución de interpretación de nuestra realidad requiere del concurso de todo-as, no podemos soslayar a nadie ni a nada. Todos deben ser incluidos, en la construcción de los ideales de nuestra vida.
Hay personas que son ricas porque tienen que comer todos los días, con sus huertos y con la agricultura de subsistencia y, hay otras que tienen el dinero para comprar sus alimentos. Sin embargo, ambos tienen una percepción distinta de la riqueza. Nosotros podemos valorar y hacer una interpretación de la riqueza a partir de esta representación testimonial de personas reales. Por ello, creemos que el postmodernismo, si bien no es la panacea de nuestros ideales, viene a constituir, con algunas contradicciones; una fuente inagotable de realización de hombres y mujeres en una sociedad que les tome en cuenta desde sus diferencias.

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